05 Ago El operario Juan Sánchez Hernández, declarado venerable por el Papa Francisco
Vivió como “apóstol del sacerdocio” y fundó el Instituto Secular Siervas Seglares de Jesucristo Sacerdote
El Santo Padre Francisco ha recibido hoy en audiencia al Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y ha autorizado a dicha Congregación la promulgación del decreto sobre las virtudes heroicas del Siervo de Dios Juan Sánchez Hernández, sacerdote operario diocesano.
Es, sin duda, un motivo de alegría para la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, que, después de la beatificación de treinta mártires operarios de la persecución religiosa en España, da gracias a Dios y a la Iglesia por el reconocimiento del testimonio de otro de sus miembros.
Breve semblanza
Juan Sánchez Hernández nació el 9 de noviembre de 1902 en Villanueva del Campillo (Ávila). A los once años, ingresó en el Seminario de Salamanca y, al terminar los estudios, decidió ingresar en la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos en 1924. Fue ordenado sacerdote el 26 de julio de 1925.
Como operario ejerció su ministerio en los seminarios de Toledo, Plasencia y Salamanca, así como en el Pontificio Colegio Español de San José de Roma. Destacó, sobre todo, por ser un gran director espiritual. Fue, además, miembro del Consejo general de la Hermandad durante doce años (1945-1957), ejerciendo como Secretario General durante el último sexenio.
Mantuvo constantes contactos con sacerdotes, seminaristas y personas preocupadas por la espiritualidad sacerdotal, lo que dio ocasión para que brotara en él la idea de fundar un instituto femenino que pudiera servir de ayuda y colaboración al sacerdote en las diversas tareas de su misión pastoral. Así, junto con María Josefa Cortijo Corral, fundó en 1954 el Instituto Secular de las Siervas Seglares de Jesucristo Sacerdote.
Al crecimiento y fortalecimiento del nuevo Instituto se dedicó completamente durante seis años (1960-1966). Una vez que fue aprobado por la Santa Sede, D. Juan tomó la decisión de dar un paso a un lado quedando simplemente como consiliario. Desde entonces, vivió en la Residencia de los operarios en Madrid como ayudante del Administrador General de la Hermandad. Falleció el 18 de julio de 1975, ocho días antes de poder celebrar sus bodas de oro sacerdotales.
Vivió con un gran deseo de ser santo y encontró en la Hermandad un camino hacia la santidad: «Veo en el ministerio de Operario Diocesano grandes ventajas para mi propia santificación». Era consciente de la responsabilidad que asumía como operario: «Dedicaré toda mi vida a formar sacerdotes santos; con esto probaré a Dios mi amor y me haré santo».
Entendió todo su ministerio como «apóstol del sacerdocio». Así lo anotó en su diario: «En el plan de Dios, yo, sacerdote, apóstol del sacerdocio y de las almas sacerdotales, debo ser hombre de recia y elevada espiritualidad, de continua abnegación y mortificación, de celo vivo y animoso por la Iglesia, el sacerdocio y las almas».
Más información sobre su vida en la web de las Siervas Seglares.
La declaración de Venerable
Al autorizar la promulgación del decreto sobre las virtudes heroicas del Siervo de Dios, el Santo Padre reconoce oficialmente que Juan Sánchez Hernández ha seguido de cerca el ejemplo de Cristo en el ejercicio heroico de las virtudes, es decir, que las ha vivido de forma excepcional y ejemplar, lo cual es un indicio de su santidad. Así, se le puede tratar con el título de “venerable”.
Con esta declaración, el Venerable Siervo de Dios Juan Sánchez Hernández puede ser propuesto eventualmente a la imitación de todos los fieles si se verifican los requisitos para la beatificación. Para ello, es necesario que se reconozca un milagro atribuido a su intercesión. Entonces se procederá a la ceremonia de su beatificación con la que la Iglesia autorizará su culto público limitado al lugar y los modos que se establezca. Se fijaría entonces la fecha de su fiesta litúrgica.
El proceso de su causa de canonización
El proceso de la Causa de Canonización del Siervo de Dios Juan Sánchez Hernández inició su fase diocesana en Madrid del 13 de mayo de 2000 al 9 de noviembre de 2002.
En Zaragoza se realizó en el año 2007 la investigación diocesana sobre un presunto milagro atribuido a la intercesión de Don Juan y que será sometido al estudio por parte de la Congragación para las Causas de los Santos.