Los jóvenes de la Hermandad se unen para cantar un «Padre Nuestro»

Los jóvenes de la Hermandad se unen para cantar un «Padre Nuestro»

La canción se emitió en la última Hora Santa Juvenil online el día 14 de mayo

Los jóvenes de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos de diversos países han querido unirse en torno a esta canción que desde hace años se utiliza en las convivencias y encuentros juveniles.

Han participado más de 54 personas, jóvenes y operarios de diversas ciudades españolas, como Madrid, Majadahonda, Salamanca, Tortosa, Valencia, Valladolid y Zaragoza. Ha sido, además, un proyecto conjunto de varios Centros de Orientación Vocacional (COVs): han participado los COV de Tucumán, Córdoba, Querétaro y Carabayllo y las parroquias San Pío X de Buenos Aires y San Juan Bautista (San Juan Totoltepec). Asimismo, desde los Seminarios de San José de Quito, de Mosén Sol en México y Santa Rosa de Lima en Caracas han prestado su ayuda y colaboración.

El autor de la canción es Pedro Antonio Garza, de la parroquia Nuestra Señora de la Almudena en Zaragoza. La compuso cuando tenía unos 20 años. Esta melodía surgió, como el propio autor cuenta: “Quería preparar algo para la Pascua Joven. Cogí mi guitarra y hablando con Dios, me salió esta canción. Nunca imaginé que un día la cantaría tanta gente de tantos lugares distintos y encima, a la vez. Fue emocionante”.

«El punto de partida fue ser testigo que jóvenes de nuestras casas se unían para trabajar juntos en torno a la música. De ahí pensamos que podríamos darle posibilidad de tejer redes más amplias, de abrirles los caminos para que ellos llevaran adelante la propuesta del Padre Nuestro» nos cuenta Lucas Smiriglia, sacerdote operario que ha participado en el proyecto, auq explica: «Fueron los jóvenes, en concreto Nico, José, y Pablo, que de distintos puntos geográficos fueron capaz de unirse para que en tres semanas saliera adelante un proyecto exigente y desafiante. También valorar la colaboración de tantos, especialmente de Diego, Israel, Sofia. Me admira la actitud de los jóvenes, de su disponibilidad para el encuentro, incluso poder rezar juntos durante la preparación, la entrega de sus talentos y tiempo y dedicación para poder hacer parte del proyecto a muchos otros de más de 7 países».

De hecho, también hemos hablado con esos tres jóvenes que, trabajando juntos y con otros jóvenes y operarios, llevaron adelante el proyecto: José Cipitelli, del COV de Tucumán, Pablo Rodríguez , de la parroquia de Santa Teresa de Jesús, en Valladolid y Nico Carranza del COV de Córdoba.

Un momento de la canción con los jóvenes y operarios

«Ha sido un soplo de aire fresco y una bonita ventana que abrir en estos días de confinamiento. He conocido realidades y personas que, pese a vivir del mismo proyecto de hermandad, no habría tenido la oportunidad de descubrir de no ser por este proyecto. En definitiva, un regalo que he disfrutado y del que seguro que brotarán nuevos proyectos compartidos. Trabajar con Nico y José (acompañados por Lucas y Diego) ha sido como trabajar con compañeros de toda la vida», ha dicho Pablo Rodríguez.

Por su parte, José Cipitelli, de Argentina, ha dicho que para él el proyecto fue «muy hermoso». Y añade: «me llenó el corazón de ese amor de Dios que siempre es hermoso sentirlo dentro, lo viví con mucha emoción y sobre todo con muchas muchas ganas. La satisfacción fue grande, este proyecto fue hermoso, es una cosa de locos pensar que para Dios no existen barreras ni limites cuando se trata de obrar para Él. Esta experiencia me dejó ganas de seguir adelante con muchos proyectos que nos ayuden a fortalecer más la unión con la Hermandad».

Algo parecido experimentó Nico Carranza: «Cuando me propusieron hacer este proyecto del Padre Nuestro sentí una sensación de miedo y alegría. Miedo, porque significaba un desafío, romper barreras tales como la distancia y la diferencia horaria que había entre los integrantes que organizamos esto, y alegría ya que significaba salir de la zona de confort y hacer algo para la Hermandad», afirma con entusiasmo. «Es cierto que ya tenía algo de experiencia organizando el coro en el que estoy para hacer los vídeos de las misas pero no a un nivel mundial. Fue interesante y divertido trabajar con José y con Pablo durante esa semana de preparación, conociendo como las diferentes casas hicieron suyo este himno de la Hermandad agregándole arreglos y variaciones musicales».

Cuando habla del proceso de trabajo, se muestra muy contento con el resultado: «Todos aportábamos ideas que sumaban y enriquecían este proyecto. A la hora de pedir que los demás nos manden sus vídeos, pude hablar con gente de México, Venezuela, Ecuador y de otras localidades de Argentina, dándome cuenta que la Hermandad es más grande de lo que muchos piensan y que la gente que se quiso sumar para participar del vídeo lo hizo porque esa canción es importante ya que es nuestra forma de rezar la oración que Jesús nos dejó», concluye.

Que este canto nos recuerde que, en Hermandad, somos hijos de un Padre común.