Dos ordenaciones para un principio feliz del sexenio

Dos ordenaciones para un principio feliz del sexenio

La Hermandad está de enhorabuena. Bob Kizonza fue ordenado diácono el sábado 23 de julio en Lubumbashi (R.D. Congo). Al día siguiente, Roberto José Hernández recibió el orden sacerdotal en Majadahonda (Madrid, España).

El sexenio 2022-2028 ha empezado con dos grandes bendiciones. Tras la conclusión de la XXIII Asamblea General, el fin de semana se saldaba con la ordenación diaconal del joven congoleño Bob Kizonza en Lubumbashi (R.D. Congo) y la ordenación sacerdotal del joven venezolano Roberto José Hernández en Majadahonda (Madrid, España).

“Ser sacerdote y operario es una bendición”
Precisamente, la ordenación sacerdotal de Roberto José Hernández congregó al Consejo General, el resto de asambleístas, otro grupo de operarios, sacerdotes y fieles en la Parroquia del Beato Manuel Domingo y Sol. Presidió la celebración Mons. Ángel Pérez Pueyo, obispo de Barbastro-Monzón y operario diocesano.

Al inicio de su homilía, el prelado hizo hincapié en la XXIII Asamblea General y dedicó unas palabras de afecto a Roberto y su familia. “¿Habrá algo más hermoso que gastar la propia vida por hacer felices, fecundos y libres a todos los hombres y mujeres que te sean confiados en su pastoreo?”, interpeló al ordenando.

Recordando su propia ordenación sacerdotal, D. Ángel aseguró que “nada llena tanto como sentirse llamado por Aquel que da sentido a tu vida”. Y añadió: “Ser sacerdote y operario es una bendición, no solo para la Iglesia, sino también para toda la humanidad”.

El obispo español reconoció que Mosén Sol tenía razón cuando afirmaba que “la transformación de la sociedad pasa por la santidad de sus curas”. Así lo ha constatado con su “pobre experiencia (…) allí donde hay un sacerdote que realmente vibra, vive y sirve”.

D. Ángel aseguró que ser sacerdote es, entre otras cosas, “fascinante y provocador”, en medio de una sociedad marcada por el consumismo, el interés, la tecnología, la erotización… “Los sacerdotes, por lo general, saben poner su vida al servicio de los demás, sirviendo sin pedir nada a cambio, estando disponibles para aquel que lo busca, para aquel que lo necesita”, expresó. Son “generadores de esperanza (…), descubriéndonos a Dios”, añadió. El prelado concluyó advirtiendo de que “ser santo y ser sacerdote es hoy uno de los mayores desafíos”.

Hacia el final de la Eucaristía, D. Florencio Abajo, Director General de la Hermandad, expresó unas palabras de acción de gracias y le recordó a Roberto que el Señor le iba a acompañar y a sostener en su camino.

Ordenación diaconal de Bob Kizonza
D. Bob Kizonza, por su parte, fue ordenado diácono por imposición de manos del arzobispo de Lubumbashi, Mons. Fulgence Muteba. La multitudinaria celebración concluyó con 15 nuevos diáconos y 20 nuevos sacerdotes de diferentes instituciones católicas.