
28 Ene ¿Qué expresa el cartel de la fiesta del Beato Mosén Sol?
La Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos con ocasión de la fiesta del Beato Manuel Domingo y Sol, quiere dar testimonio de la fraternidad sacerdotal que los operarios están llamados a vivir en sus equipos. Para ello se ha diseñado un cartel con una imagen que estará presente durante todo el año.
Es interesante identificar y reconocer cada uno de los elementos que componen dicho cartel. En primer lugar, destacan los dos lemas. Por una parte, se recoge la idea que acompaña desde el curso pasado el mensaje que ofrece la Hermandad sobre su identidad: “Fraternos por naturaleza”. Pero también se ha añadido el lema “La belleza de la fraternidad sacerdotal”. Esta es una expresión con la que el papa Francisco invitó a los sacerdotes de Cassano all’Jonio en el año 2014, descubrir y a vivir dicha fraternidad.
En segundo lugar, aparecen en el cartel una serie de elementos, de los que ofrecemos la explicación que se ha ido dando a conocer en las redes sociales durante estos días:
El fondo: está compuesto por varias siluetas superpuestas de entornos habitados. Con él se quiere expresar que “el principio interior que anima y guía nuestra vida espiritual, como la de todo sacerdote, es la caridad pastoral, es decir, la participación de la misma caridad pastoral de Jesucristo. Los operarios nos debemos a todos. El don de nosotros mismos, raíz y síntesis de la caridad pastoral, tiene como destinataria la Iglesia. Es ahí, en la calle, entre las personas donde situamos nuestra presencia.
La silueta: es una metáfora de la fraternidad, de nuestra vocación primera a ser sacerdotes y nada más que sacerdotes. Somos una asociación de sacerdotes seculares que concreta y actualiza la fraternidad sacerdotal. Una característica esencial de todo operario es la disponibilidad y libertad para la misión vividas en fraternidad.
Las manos: Las manos son muy sugerentes y son el elemento básico de nuestro logotipo. Sugieren por una parte manos extendidas y fraternas que ofrecen, acogen, abrazan, sostienen, trabajan; y son también manos de sacerdotes que celebran la Eucaristía, perdonan, bendicen y consuelan. Manos de hombre y manos de Dios al mismo tiempo. Esa es también nuestra vocación: ser manos de Dios cada día.
La Eucaristía: Los operarios estamos llamados a vivir con intensidad nuestra vocación a la santidad desde una espiritualidad puramente sacerdotal, la cual encuentra su expresión plena y su alimento en la Eucaristía, el mayor don que Dios hace a la humanidad. Y desde aquí, en palabras de Mosén Sol: “el origen de nuestro deseo por el bien y fomento de las vocaciones eclesiásticas, de que Dios tenga muchos y buenos sacerdotes, ha sido -aun sin darnos cuenta- nuestro instintivo amor a Jesús sacramentado”.
El significado del conjunto del cartel
Si unimos todos estos elementos de identidad, respondemos a la pregunta sobre qué es y dónde reside la “belleza de la fraternidad sacerdotal”, que siempre es un don que recibimos de Dios.
En palabras del beato Mosén Sol: “sacerdotes y nada más que sacerdotes; y santos; y trabajar cuanto podamos por la gloria de Dios y a ser posible en unión con otros”. Éste es el centro de la celebración este año.
Los operarios nos unimos para ayudarnos como sacerdotes en el camino de la santidad y para ser más eficaces en el ejercicio del ministerio y queremos celebrarlo así. Esta es la belleza de la fraternidad sacerdotes, no está en nosotros, en quienes somos, sino en lo que podemos llegar a realizar unidos en nombre de Jesucristo y gracias a Él. ¡Contamos contigo!