
08 Oct El Director General, a los seminaristas en Cuba: “Alimenten cada día el deseo de ser santos”
D. Florencio Abajo visitó La Habana a principios de octubre con motivo del 250º aniversario del Seminario San Carlos y San Ambrosio.
El Seminario San Carlos y Sam Ambrosio de La Habana acaba de celebrar el 250º aniversario de su fundación, con el lema ‘Con Cuba en el corazón’. Por este motivo, el Director General de la Hermandad, D. Florencio Abajo, viajó hasta la capital de la isla caribeña a principios de este mes de octubre. Allí participó en las actividades de este seminario, cuya formación está confiada a los Sacerdotes Operarios.
D. Florencio aterrizó en La Habana el martes 1 de octubre. En la tarde de ese día, se hizo presente en la oración de la etapa de Teología en la capilla mayor del seminario.
Al día siguiente, tras presidir la celebración eucarística, el Director General mantuvo un encuentro primero con el Nuncio apostólico de Cuba, Monseñor Antoine Camilleri, y se reunió a continuación con el arzobispo de San Cristóbal de La Habana, el Cardenal Juan de la Caridad.
Por la tarde, D. Florencio presidió el rezo de vísperas, durante el cual inició su periodo de probación en la Hermandad el joven aspirante venezolano Jesús Ernesto Sánchez Carmona. La jornada concluyó con el encuentro con los estudiantes de 4º de Teología.

«Bendita institución»
El día grande para el Seminario de La Habana fue el 3 de octubre. Por la mañana, el arzobispo presidió la Misa por el 250.º aniversario de la fundación del seminario. Seguidamente tuvo lugar el acto institucional conmemorativo, en el que intervino, entre otros, el Director General de la Hermandad.
D. Florencio comenzó su intervención recordando la vocacional dedicación a la formación de los futuros sacerdotes que tuvo el fundador de la Hermandad, el Beato Manuel Domingo y Sol. También habló de la importancia de la presencia real de Jesucristo entre los seminaristas. Porque el Buen Pastor es modelo de sacerdocio: “Dejamos a un lado cualquier sesgo de autorreferencialidad para reconocer las dos únicas referencias: Dios y el Prójimo”, expresó.


“Celebrando los 250 años de la fundación de este seminario de San Carlos y San Ambrosio en la Arquidiócesis de La Habana, recordamos a todos los sacerdotes, a todos los pastores buenos, que han madurado sus inquietudes vocacionales en esta bendita institución”, señaló el Director General, quien también puso de manifiesto la importancia de la labor del seminario para Cuba y su Iglesia al formar “hombres con los pies en la tierra que sueñan cada día con el Reino en el cielo”.
Tras agradecer la confianza puesta en la Hermandad por los dos últimos arzobispos de La Habana para esta encomienda, D. Florencio dirigió las últimas palabras de su discurso a los seminaristas, animándolos a ser santos: “Porque cuando se difumina en nuestro horizonte el deseo de santidad, acabamos convirtiéndonos en meros funcionarios y nos olvidamos de lo que verdaderamente somos: servidores de Dios y esclavos de su pueblo”.



Por la tarde, hubo una celebración de una Hora Santa presidida por el rector del seminario, el sacerdote operario D. Diego Hernández. La jornada festiva finalizó con un encuentro de los operarios.
El Director General de la Hermandad concluyó su visita al Seminario de La Habana con la celebración eucarística del viernes 4 de octubre, en la que participaron los estudiantes de la etapa del Propedéutico. D. Florencio, como los seminaristas y los formadores, se queda con Cuba en el corazón.