D. Jesús Rico, obispo electo de Ávila: “El equipo de vida y trabajo ha sido una mediación fundamental para mi crecimiento como sacerdote”

D. Jesús Rico, obispo electo de Ávila: “El equipo de vida y trabajo ha sido una mediación fundamental para mi crecimiento como sacerdote”

El sacerdote operario D. Jesús Rico recibirá la ordenación episcopal y tomará posesión como obispo de Ávila este sábado, 15 de julio. Nuestro hermano habla en esta entrevista sobre cuestiones como las vocaciones, la vivencia eucarística, la experiencia de fraternidad en la Hermandad y, por supuesto, el ejemplo de Santa Teresa de Jesús.

D. Jesús, queríamos hablar en primer lugar de su experiencia como operario. ¿Qué le atrajo para ingresar en la Hermandad?

El cura de mi pueblo, D. Rafael, con el visto bueno de mis padres, me llevó al Seminario Menor de Valladolid con 12 años. Allí estuve hasta los 18, que terminé el bachillerato. Posteriormente ingresé en el Aspirantado Maestro Ávila de Salamanca de los Operarios. Siempre quise ser cura. Los dominicos y los capuchinos intentaron llevarme a su Seminario Menor, pero me negué, porque quería ser como D. Rafael.

Los sacerdotes formadores del Seminario de Valladolid vivían en equipo, con un trato muy amigable, a pesar de ser personas muy distintas en edad y forma de ser. Su testimonio personal y de grupo fue lo más decisivo para decidirme a ir a Salamanca, además de la invitación personal de uno de los formadores. No tenemos que tener miedo a invitar (llamar) a otros a ser curas.

¿Qué le ha aportado la Hermandad a su vivencia del sacerdocio?

El equipo de vida y trabajo ha sido una mediación fundamental para mi crecimiento como sacerdote. ‘Mejor en equipo’ fue un lema que se hizo famoso entre nosotros hace unos años. Si bien es verdad que la vida en equipo exige esfuerzo y no siempre es fácil, es un medio eficaz para nuestro trabajo pastoral y nos ayuda a situarnos y avanzar como personas. Para ello, como decía nuestro fundador, “hemos de ser ángeles unos de otros”.

La Hermandad trabaja de manera especial por las vocaciones. Suponemos que será uno de sus principales retos durante su episcopado…

Las vocaciones pertenecen al ser mismo de la Iglesia y la pastoral vocacional se deriva necesariamente de ese ser. Propiamente, podríamos decir que la Iglesia no tiene vocaciones, es una comunidad de llamados y al mismo tiempo instrumento de la llamada de Dios. Como nos dicen los documentos conciliares, en ella todos estamos llamados a la santidad; la misión es una y los ministerios son diversos. En la oración colecta de la Misa del Beato Manuel Domingo y Sol, pedimos al Señor, por su intercesión, “el sentido profundo de toda vocación”. El obispo, los sacerdotes y los agentes de pastoral hemos de ayudar a que nuestra gente descubra el sentido profundo de su vocación. De esta manera, podrán estar al servicio del crecimiento de la Iglesia e implicarse en la misión. El ministerio ordenado (el sacerdote) es y será siempre esencial e insustituible, pues sin él no puede haber eucaristía ni, por lo mismo, comunidad cristiana, y faltaría en nuestras comunidades el signo vivo y personal de Cristo Pastor y Cabeza de la Iglesia.

En toda comunidad eclesial, la dimensión vocacional ha de estar presente en todos los ámbitos de la pastoral, sobre todo de la pastoral juvenil. El mejor medio pastoral es el testimonio: “Venid y veréis”. Una vida que interroga a los que nos rodean. Los educadores y, especialmente, los sacerdotes no deberíamos tener miedo a llamar, a proponer de modo explícito y firme la vocación al ministerio presbiteral. Finalmente, hemos de tomar conciencia de la importancia de la oración. Es el principal servicio que debemos ofrecer a la causa de las vocaciones.

«La dimensión vocacional ha de estar presente en todos los ámbitos de la pastoral, sobre todo de la pastoral juvenil»

El Beato Manuel Domingo y Sol daba una gran importancia también a la Eucaristía y a la reparación. ¿Cuáles son las claves para promover la devoción eucarística?

El Beato Manuel Domingo y Sol repetía que, en el fondo de nuestro compromiso, ha de estar el “instintivo amor a Jesús Sacramentado”. Este amor -nos decía- ha de ser el “apoyo, aliento consuelo y anhelo de nuestro corazón, la llama que ha de vivificarnos”. Sin esta vivencia eucarística, sin esta solidaridad con Cristo Redentor (Reparador), cuyo signo perenne es la Eucaristía, todo compromiso está expuesto, más o menos pronto, al fracaso ante la dificultad, la incomprensión humana, los desengaños de los hombres y de la vida.

La espiritualidad eucarística-reparadora es una espiritualidad exigente, hasta el sacrificio total. Nos pide apropiarnos de los sentimientos de Cristo. Hoy diversos grupos juveniles se congregan en torno a la Eucaristía. Si esa adoración es consecuente y sincera, sin duda que llevará a un mejor servicio y entrega a los hermanos. Estamos llamados a suscitar apóstoles, profetas, testigos de la verdad, constructores de paz, signos visibles de Cristo.

¿Qué rasgos ha de tener el obispo para ser un “buen pastor”?

A últimos de junio, hice unos días de retiro espiritual. Quien me los dirigía me propuso una serie de temas de reflexión que pueden resumir los rasgos del obispo:

  • Con vosotros cristiano; para vosotros, obispo. Signo de Cristo Buen Pastor
  • El Obispo servidor de la Palabra
  • El Obispo, centrado en la Eucaristía. Reparador
  • El Obispo y las comunidades cristianas. La urgencia de volver a Jesús
  • El Obispo signo de comunión
  • El Obispo cercano a los curas en soledad no deseada

Creo que ahí tengo una serie de retos que afrontar como obispo.

Escudo y lema episcopal de Mons. Rico García

¿Cómo espera hacer realidad su lema episcopal en la diócesis de Ávila?

“Sin mí no podéis hacer nada”, dice Jesús a sus discípulos. Mi lema episcopal es ‘Sé de quién me he fiado’ (2Tm 1,12). Sólo desde la confianza en el Señor podemos avanzar en medio de las dificultades y estar dispuestos a soportar, como pide San Pablo a su discípulo Timoteo, las cargas que lleva consigo el ministerio episcopal. Cuando el Prefecto del Dicasterio para los obispos me dijo que el Papa me había nombrado obispo de Ávila, me acordé de las palabras de Santa Teresa: “Nada te turbe, nada te espante, (…) quien a Dios tiene nada le falta. Sólo Dios basta”.

Decía Mosén Sol que para elogiar a Teresa se necesitaría un libro mejor que un discurso y reconocía su gran importancia en el mundo católico. ¿Qué aporta la vivencia de la santa abulense por excelencia a la sociedad actual?

Es una de las figuras más relevantes en la reforma de la Iglesia de su tiempo. Hoy también necesitamos creyentes de raíces profundas y que vivan la plenitud pura de la fe. Ella nos ofrece con su vida y sus escritos una experiencia profunda de fe. Necesitamos reavivar el encuentro personal con Cristo. Ser, como ella pedía, amigos fuertes de Dios. Sólo desde ahí podemos ser auténticos testigos. El mundo exige a los evangelizadores, nos dice ‘Evangelii Nuntiandi’, “que le hablen de un Dios a quien ellos mismos conocen y tratan familiarmente, como si estuvieran viendo al invisible”.

Teresa de Jesús es maestra con sus escritos de espiritualidad, una espiritualidad encarnada, que asume nuestra pobreza y limitaciones y no nos separa de nuestros hermanos. Ella es un ejemplo de paciencia y constancia en su camino de fe y, a pesar de las dificultades internas y externas, supo confiar en Dios y discernir lo que le iba pidiendo en el transcurso de su vida. En definitiva, Santa Teresa ha sido, es y será una auténtica maestra de espiritualidad cristiana.

«Teresa de Jesús es maestra con sus escritos de espiritualidad, una espiritualidad encarnada, que asume nuestra pobreza y limitaciones y no nos separa de nuestros hermanos»

Información de la ordenación y toma de posesión

La Eucaristía de ordenación y toma de posesión de D. Jesús Rico tendrá lugar el sábado, 15 de julio de 2023, a las 11:00 h., en la Catedral de Cristo Salvador, en Ávila. Se podrá seguir en directo a través del canal Trece TV y por Radio María.

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