Una ocasión para descubrir cómo Mosén Sol caminó junto con los primeros operarios

Una ocasión para descubrir cómo Mosén Sol caminó junto con los primeros operarios

Los operarios celebran la fiesta del Fundador, el beato Manuel Domingo y Sol el 29 de enero.

Los operarios vuelven su mirada y su corazón hacia el Beato Manuel Domingo y Sol durante la preparación de la próxima Asamblea general XXIII que tendrá lugar en el mes de julio.

El lema «seguimos caminando juntos» ilumina de una manera particular esta celebración pues expresa el deseo de avanzar con el espíritu de fraternidad que caracteriza a la Hermandad. Los operarios no quieren caminar solos, sino juntos, en equipo y con las personas por las que viven su nuestro ministerio.

En este sentido celebrar la fiesta del Fundador es una ocasión para descubrir cómo caminó junto con los primeros operarios. De este modo podremos inspirarnos en su estilo para discernir conjuntamente la voluntad de Dios y en el método para tomar decisiones. Para ello los encuentros anuales de los primeros operarios sirven como modelo e inspiración. Aquel grupo de operarios se reunía cada año para hacer juntos los Ejercicios espirituales, escuchar las orientaciones del Fundador y discutir sobre los asuntos de la Hermandad. Se clarificaron conjuntamente temas relativos a la institución: fin, objetos y espíritu de la Hermandad, su estilo de vida y de trabajo común. También se tomaron decisiones importantes, como la fundación del Colegio de Roma, la aceptación de seminarios o la presencia en América. Eran además ocasión para vivir la fraternidad sacerdotal.

Una fotografía de Mosén Sol con un grupo de operarios sirve como imagen inspiradora. Se trata de una de las fotos más curiosas de don Manuel. En ella aparece ya mayor, rodeado de nueve operarios: Francisco Osuna, Esteban Ginés, Elías Ferreres, Bernardo Curto, Tomás Cubells, Francisco Bertomeu, Juan Estruel y dos más no identificados. Podría haber sido tomada en 1906, pues todos ellos coincidieron trabajando en Tortosa ese año. Es sólo una imagen, pero nos muestra a don Manuel que nunca caminó solo.

Poner la mirada en el fundador. Este fue el deseo que expresó el Director general, D. Florencio Abajo Núñez, en la carta con que la iniciaba el proceso de preparación para la Asamblea general:

«Es fundamental que en este tiempo con particular insistencia pongamos nuestra mirada en D. Manuel, de modo que intentemos distinguir con claridad lo que nuestro fundador quería para los operarios. Estamos atentos a la situación de la Hermandad y de la Iglesia en nuestros días. No constituimos una fraternidad que vive de espaldas al tiempo presente. Las alegrías y tristezas de la sociedad y de la Iglesia, las preocupaciones de nuestro mundo… son las nuestras. Jesús sacramentado nos empuja a dedicar nuestros mejores esfuerzos hacia los futuros sacerdotes y a trabajar sin descanso en la formación cristiana de la juventud. Para ello es preciso que cuidemos nuestro propio sacerdocio y que aspiremos, con la gracia de Dios, a vivirlo en santidad. Y es indispensable que tengamos la audacia de mirar al futuro. Con alegría, con esperanza. No me canso de repetir que, si D. Manuel viviera en nuestros días, reconocería inmediatamente la necesidad que tiene nuestra Iglesia del carisma de la Hermandad».

Descárgate la hoja de la Causa de Canonización aquí