ASOCIACIÓN SACERDOTAL

Que no pueda decirse de un operario que pudo hacer algún bien y no lo hizo

Beato Manuel Domingo y Sol

LA HERMANDAD

Asociación sacerdotal

La Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos es una asociación de sacerdotes seculares que concreta y actualiza la fraternidad sacerdotal. Los operarios nos unimos para ayudarnos como sacerdotes en el camino de la santidad y para ser más eficaces en el ejercicio del ministerio.
El Concilio Vaticano II recuerda que “en virtud de la común ordenación sagrada y de la común misión, todos los presbíteros se unen entre sí en íntima fraternidad” (LG 28). Y añade que “los presbíteros, constituidos por la Ordenación en el Orden del Presbiterado, están unidos todos entre sí por la íntima fraternidad sacramental; (…) cada uno está unido con los demás miembros de este presbiterio por vínculos especiales de caridad apostólica, de ministerio y de fraternidad “(PO 8).
Esta es la razón por la que el Concilio pide que se favorezcan las asociaciones “que, con estatutos reconocidos por la competente autoridad eclesiástica, fomenten la santidad de los sacerdotes en el ejercicio del ministerio por medio de una adecuada ordenación de la vida, convenientemente aprobada, y por la fraternal ayuda, y de este modo intentan prestar un servicio a todo el orden de los presbíteros” (PO 8). La Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos es una concreción de esta petición del Concilio.
Nuestra vocación primera es ser sacerdotes, y nada más que sacerdotes, que buscan la santidad junto con otros sacerdotes. Por ello, estamos llamados a ser testigos de la fraternidad sacerdotal que nace del sacramento del Orden.

¿Cómo se concreta esto?

El operario es un sacerdote secular incardinado en su propia diócesis pero que, con permiso de su obispo, se vincula a la Hermandad para dedicarse a los ministerios que le son propios. Esto quiere decir que:

  • Sólo los clérigos pueden ser operarios. Es decir, para vincularse a la Hermandad hay que ser, al menos, diácono.
  • El operario sigue manteniendo una relación personal con su Obispo y con el presbiterio de su diócesis de incardinación.
  • El operario vive una incardinación afectiva con la diócesis donde trabaja mostrando una colaboración estrecha con el Obispo y los sacerdotes.
  • Una característica esencial de todo operario es la disponibilidad y libertad para ir a trabajar a cualquier parte del mundo.

Dice el Beato Mosén Sol:

“Nuestra Hermandad la constituye la unión de sacerdotes seculares, atados sólo con el lazo de la caridad y de la dirección común para multiplicar así los intereses de Jesús en las Diócesis, sin la base del estricto vínculo religioso”.
“Hemos de ser, pues, sacerdotes, y nada más que sacerdotes. Y santos. Y trabajar cuanto podamos por la gloria de Dios, y a ser posible en unión con otros”.

Dicen los Estatutos:

«La Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos del Corazón de Jesús es una asociación de sacerdotes seculares cuyos miembros se unen con el vínculo de la caridad y de una dirección común, para lograr más fácilmente su santificación en medio del mundo y promover con mayor eficacia en las diócesis los intereses de la gloria de Dios» (Art. 1).
«Erigida por la Congregación para el Clero el 22 de mayo de 2008, ha sido constituida como Asociación Pública Clerical de Derecho Pontificio a tenor de lo establecido en los cánones 302, 312 § 1, 1º y 278 § 1-2 del Código de Derecho Canónico» (Art. 2).